El artículo de hoy está escrito por Mitja Jermol
Mitja Jermol es titular de la Cátedra UNESCO de Tecnologías Abiertas para Recursos Educativos Abiertos y Aprendizaje Abierto y miembro de la junta del Centro Internacional de Investigación en Inteligencia Artificial bajo los auspicios de la UNESCO (IRCAI), ambos en el Instituto Jozef Stefan, Liubliana, Eslovenia.
Según un estudio realizado por Stanford en 2016, más del 80 % de los estudiantes de secundaria tienen dificultades para distinguir entre contenidos inventados y noticias reales en Internet (Wineburg et al., 2016). El estudio se ha ido adaptando periódicamente desde entonces (https://purl.stanford.edu/gf151tb4868) y los resultados no mejoran, sino que empeoran.
Esta alarmante estadística pone de manifiesto una crisis creciente en la educación: la producción de información errónea y su impacto en el aprendizaje de los estudiantes.
La era digital, que ha traído consigo un acceso sin precedentes a la información, conlleva el reto de navegar por un panorama cada vez más complejo de verdad y falsedad. Las instituciones educativas y académicas, tradicionalmente baluartes del conocimiento y el pensamiento crítico, se enfrentan a la difícil tarea de preparar a los estudiantes para distinguir los hechos de la ficción en un entorno en el que la información errónea se difunde a una velocidad sin precedentes a través de las redes sociales, las aplicaciones y las plataformas digitales.

Con la aparición de una IA generativa cada vez más poderosa que permite a todo el mundo crear millones de historias convincentes pero falsas, el desafío se vuelve cada vez más complejo a medida que la línea entre el contenido auténtico y el generado artificialmente se vuelve cada vez más delgada.
Varios estudios revelaron la compleja naturaleza de la desinformación y su impacto en el aprendizaje. Los investigadores (Ecker et al., 2022) descubrieron que la exposición a la desinformación puede crear conceptos erróneos persistentes que se resisten a la corrección, incluso cuando más tarde se presenta a los estudiantes información precisa. Un estudio publicado por primera vez en Scientific American en 2018 (Greenemeier 2018) demostró que la desinformación se difunde hasta seis veces más rápido en las redes sociales que los hechos, lo que dificulta especialmente que los estudiantes mantengan una comprensión precisa de los acontecimientos actuales.
Figura generada por IA
Parece que la humanidad está pasando rápidamente de un mundo real basado en datos, hechos y verdades comunes elaborados mediante un método científico a una realidad basada en pura ficción y narrativa, donde la línea entre la verdad y la invención se vuelve cada vez más borrosa. Estos desafíos plantean riesgos significativos para el proceso educativo. Los estudiantes que no pueden evaluar eficazmente las fuentes de información pueden desarrollar conceptos erróneos que obstaculizan su aprendizaje, pueden tomar decisiones basadas en referencias falsas y propagar la desinformación. Además, la incapacidad para distinguir la información creíble de la no creíble socava los objetivos fundamentales de la educación: desarrollar pensadores informados y críticos.
Varios estudios (Centola et al., 2018; Xie J et al., 2011) han demostrado que solo entre el 10 y el 25 % de la población total de un país puede ser suficiente para cambiar las convenciones sociales o establecer nuevas normas. Por lo tanto, si se combina el poder de la IA generativa con el efecto amplificador de las redes sociales y se utilizan estratégicamente en una población que crece en el complejo mundo de lo falso y la verdad sin mecanismos y métodos adecuados para distinguir entre ellos, el potencial de manipulación y erosión de la confianza en las instituciones y en la propia información se vuelve increíblemente peligroso.
Sin embargo, ya existen varios mecanismos para hacer frente a la desinformación y varios nuevos intentos de abordar estos desafíos en la educación combinando las habilidades tradicionales de pensamiento crítico con las técnicas modernas de alfabetización digital, apoyadas por la integración sistemática del plan de estudios, la pedagogía crítica y la evaluación continua.
El método SIFT (Stop, Investigate, Find better coverage, Trace claims), por ejemplo, desarrollado por Caulfield (Caufield 2023), ha mostrado resultados prometedores en la mejora de la capacidad de los estudiantes para evaluar la información en línea. La prueba CRAAP (Currency, Relevance, Authority, Accuracy, Purpose) desarrollada por (Blakeslee 2004) y utilizada principalmente por bibliotecarios podría adaptarse adecuadamente para abordar factores específicos de las plataformas de información, como el sesgo algorítmico, el contenido generado por los usuarios y la difusión de información errónea dentro de redes cerradas. Esta adaptación podría incluir también la motivación y la credibilidad del autor, el impacto emocional y más.
Varios enfoques más tradicionales incluyen diversas combinaciones de aprendizaje basado en la indagación, lectura lateral y evaluación de fuentes, proyectos colaborativos de verificación de hechos, simulaciones y juegos de rol, análisis crítico de las narrativas de los medios de comunicación.
Por último, siempre nos gusta concluir con los profesores y cargarles con todo el peso. Es cierto que los profesores deben servir de modelos de evaluación crítica mientras enseñan a los alumnos. También es aconsejable que su desarrollo profesional implique estar informados sobre las nuevas tendencias de desinformación, que aprendan y enseñen técnicas de evaluación, que desarrollen habilidades para guiar los debates de los alumnos sobre temas controvertidos, y más. Aunque los profesores, las escuelas y los sistemas educativos son cruciales, la cuestión de separar la mentira de la verdad en la educación va mucho más allá del aula. Los profesores son solo un componente de un desafío social más amplio que requiere un enfoque coordinado. Abordar este complejo problema exige una estrategia integral que implique la participación de la familia, el compromiso de la comunidad, iniciativas de alfabetización mediática, responsabilidad de las plataformas e investigación continua sobre la naturaleza y el impacto de la desinformación.
La capacidad de separar la verdad de la mentira se ha convertido en una habilidad fundamental para el siglo XXI. El futuro de la ciudadanía informada y el discurso democrático depende de nuestra capacidad para preparar a los estudiantes para un panorama informativo cada vez más complejo. La verdad es que hoy en día no somos muy buenos en eso y que el rápido desarrollo de las tecnologías, la rápida disolución de las normas y la práctica de la desinformación en los niveles más altos de la sociedad sin rendir cuentas no sirven de ejemplo.
Referencias
Blakeslee S, (2004) “The CRAAP Test,” LOEX Quarterly: Vol. 31: No. 3, Article 4.
Available at: https://commons.emich.edu/loexquarterly/vol31/iss3/4
Caulfield M, Wineburg S, (2023), “How to Think Straight, Get Duped Less, and Make Better Decisions about What to Believe”, University of Chicago Press; First Edition (November 16, 2023)
Centola D, Becker J, Brackbill D, Baronchelli A. (2018) “Experimental evidence for tipping points in social convention” .Science 360,1116-1119(2018).DOI:10.1126/science.aas8827
Ecker U.K.H., Lewandowsky S., Cook J. et al (2022). “The psychological drivers of misinformation belief and its resistance to correction”. Nat Rev Psychol 1, 13–29 (2022). https://doi.org/10.1038/s44159-021-00006-y
Greenemeier L (2018), “False news travels 6 times faster on Twitter than truthful news”, https://www.pbs.org/newshour/science/false-news-travels-6-times-faster-on-twitter-than-truthful-news
Wineburg S, McGrew S, Breakstone J, Ortega T. (2016).” Evaluating Information: The Cornerstone of Civic Online Reasoning”. Stanford Digital Repository. Available at: http://purl.stanford.edu/fv751yt5934
Xie J, Sreenivasan S, Korniss G, Zhang W, Lim C, Szymanski BK. (2011) “Social consensus through the influence of committed minorities”. Phys Rev E Stat Nonlin Soft Matter Phys. 2011 Jul;84(1 Pt 1):011130. doi: 10.1103/PhysRevE.84.011130. Epub 2011 Jul 22. PMID: 21
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